jueves, 16 de junio de 2016

¿Pensamiento crítico, ética u otra vuelta de tuerca?

El conocido portal Discapnet publica una entrada titulada "Las tecnologías emergentes plantean desafíos éticos para el futuro de las capacidades humanas".

La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno organizó los pasados 5 y 6 de mayo el seminario “Singulares. Ética de las tecnologías emergentes en personas con diversidad funcional”. En este seminario varios científicos, teólogos, juristas, educadores, economistas, ingenieros, médicos, deportistas y empresarios analizaron los desafíos éticos que plantea la ideología trashumanista, que ubica la perspectiva personal y profesional ante el dilema moral de utilizar o no las diversas variantes del mejoramiento humano con el propósito de aumentar de forma exponencial nuestras capacidades físicas y cognitivas.

Se abordaron también temas de vanguardia como las interfaces cerebro-ordenador o las tecnologías disruptivas para la rehabilitación médica del futuro. Asimismo, se realizó una reflexión sobre las capacidades aumentadas de las personas con diversidad funcional en la ponencia “de los juegos paralímpicos a los juegos ciborgs”, a cargo del Comité Paralímpico Español.

(3 de junio de 2016)

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Ante esta postura y desde la perspectiva tanto personal, como familiar y profesional cabría preguntar a las personas, familias y profesionales hasta qué punto no han sido un gran avance en la rehabilitación de las personas con diversidad funcional pa posibilidad de usar las tecnologías de apoyo. 

Habría que imaginar hasta qué punto una persona con una pérdida auditiva profunda bilateral neurosensorial tendría la posibilidad de una inclusión socioeducativa plena sin un implante coclear; o, del mismo modo, cómo se trasportaría una persona con dificultades de movilidad. Desde cuestiones específicas a áreas de afección generalizadas, existen tecnologías de apoyo que, lejos de hacer la vida más fácil, quedan al servicio de las personas con diversidad funcional en vistas a un desarrollo personal y social mayor. 

Las tecnologías, como viene ocurriendo a lo largo de la historia de la humanidad, son un potente motor hacia la adaptación y la supervivencia; abren la puerta a un sinfín de oportunidades para muchas personas con y sin diversidad funciona. Tal vez carece de ética despojar a determinadas personas de sus apoyos y motores de vida.

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